Este proceso abarca desde el simple ronquido, con su importancia social, hasta el SAOS o SAHOS producido por las apneas o hipopneas de mayor o menor intensidad que originan complicaciones cardíacas, neurológicas o respiratorias y somnolencia diurna.
La apnea es una parada respiratoria de más de 10 segundos de duración.
La hipopnea es un descenso del flujo aéreo de más del 50% durante 10 segundos o más.
Se considera SAOS o SAHOS cuando se presentan más de 10 apneas o hipopneas por hora.
El Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño (SAOS) está causado por la obstrucción de la vía aérea (garganta). Se caracteriza por repetidas pausas en la respiración durante el periodo del sueño. Estas pausas o asfixias que pueden ocurrir decenas de veces durante el sueño, se asocian con somnolencia durante el día y fatiga crónica que se ha demostrado es responsable de accidentes laborales y de circulación. Otra de las consecuencias de las apneas del sueño es una reducción de la cantidad de oxígeno que transporta la sangre, produciendo hipertensión arterial y problemas cardiovasculares y cerebrovasculares. De especial mención son los problemas sociofamiliares que van implícitos pues la convivencia puede llegar a ser cuestionada cuando el reposo de nuestra pareja o familiares también se ve afectado.
Los signos que típicamente se asocian a la apnea del sueño y que facilitan su diagnóstico son “el ronquido”, las paradas respiratorias durante el sueño, el cansancio y la fatiga crónica. La presencia de dos de los anteriores síntomas en ausencia de otras causas, debe hacer sospechar un Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño y justificaría un estudio en profundidad.
En cuanto a la incidencia, hasta el 25% de la población general según las diferentes estadísticas están afectadas por la apnea del sueño, y un 4-5% de la población sufrirían cuadros severos de dicha enfermedad.
El diagnóstico de la Apnea del Sueño se realiza mediante una prueba llamada polisomnografía que consiste en monitorizar mediante dispositivos especiales diversas variables durante el periodo de sueño. En nuestra Clínica Dental contamos con una unidad de diagnóstico validada para su detección mediante parámetros más sencillos permitiendo un acceso más amplio y rápido a la población que sospeche esta patología.
En cuanto al tratamiento, el primer nivel de actuación consiste en perder peso –en caso de que este sea excesivo-, eliminar la ingesta de alcohol y comidas copiosas antes del sueño, y evitar la posición de espaldas durante el sueño –por que tiende a colapsar la vía aérea.
Tradicionalmente, el segundo nivel de actuación, suele ser el llamado CPAP (continuous positive airway pressure). Consiste en una máscara, conectada mediante unos tubos a una máquina que suministra de manera continua oxigeno con alta presión al paciente de manera que el aire pueda superar la obstrucción que impide su entrada pasiva natural.
Los pacientes por lo general toleran muy mal el hecho de tener que estar conectados de por vida cada noche a una máscara incómoda que reseca todas las mucosas y cuyo motor hace ruido. En cuanto a las consecuencias bucales, el hecho de sufrir una corriente de aire a presión conlleva, aparte de la sequedad de las mucosas, la falta de protección que la saliva ejerce sobre los dientes y tejidos por lo que son pacientes con mayor tendencia a padecer caries y mayor deterioro de los tejidos bucales en general.
La cirugía ortognática, ha demostrado ser beneficiosa en el tratamiento de la Apnea Obstructiva del Sueño. El avance de maxilar, mandíbula o ambos, permite aumentar notablemente el diámetro y el volumen de la vía aérea (la garganta), permitiendo que los pacientes puedan abandonar el uso del CPAP. Otra alternativa es la úvulopalatoplastia que consiste en recortar el tejido que impide la entrada fluida de aire, pero en ocasiones puede ser recidivante. En general, a nadie le gusta pasar por el quirófano.
La alternativa bucal ha demostrado ser una modalidad de tratamiento no invasiva que soluciona un alto porcentaje de casos, sobre todo en casos de apnea leve y moderada. En cuanto a las severas, si bien no termina de ser la solución definitiva, por lo menos permite una menor necesidad de uso del CPAP o, por lo menos, a una intensidad más llevadera. Ello lo conseguimos con los DAM (Dispositivos de Avance Mandibular) en los cuáles la Clínica Dental está especializada.
Los DAM son una serie de aparatos personalizados que se colocan en la boca a modo de férula sobre los dientes de la arcada superior e inferior de manera que posibilitan un avance de la mandíbula suficiente como para permitir la entrada de oxígeno sin obstrucciones. Las ventajas son muchas puesto que se trata de un sistema de quita y pon, que no implica cirugía ni una entrada de aire a presión llevando una máscara incómoda toda la noche. A la hora de viajar también presenta notables ventajas frente a una máquina de mayores dimensiones. Además, pueden ser regulados dependiendo del grado de avance que necesitemos.
No dudes en preguntarnos sobre este tema si consideras que puedes estar afectado.